miércoles, 9 de abril de 2008

Un Camino Hacia El Cambio

Los grandes cambios necesitan paciencia, perseverancia. Por ello quiero reflexionar que cambios necesita mi vida.

He vagado por la oscuridad durante muchos años, creandose un vacío que nada podía llenar. Los males han estado presentes una y otra vez y mi coraza se desgastaba con el paso de los días.
He llegado al extremo de ser tan vulnerable como un caracol sin caparazón, que incluso el obstaculo más insginificante me derrotaba y hacía más dura mi agonía.

En nada encontraba consuelo, el abandono y ocultismo no satisfacian mis penas.

El único poder que me aliviaba era el amor, pero aun así faltaba el amor universal, el que nos enseño Dios, el amor a los demás.
Necesito que me llene el espíritu Santo de alegría, de sabiduría y de amor. Hoy he resucitado, porque en mí ha resucitado el espíritu Santo, vuelvo a sentirme querido y comprendido por Dios. Y aunque aún estoy muy lejos de él debo continuar acercándome para poder sentirlo plenamente.

Vivir cada minuto de nuestra vida con amor, querer a todos los que nos rodean, y sentir ese amor por ellos y por todo lo que nos envuelve..... eso es sentirnos vivos. Nos da fuerza para vivir y atravesar cualquier adversidad que nos encontremos.

Tengo un objetivo, seguir conociendo a Jesús, sus actos y comprender lo que quiere que seamos. Amar a nuestros prógimos como a nosotros mismos, no sentir vergüenza ni miedos de lo que nos rodea. El mundo cada día necesita más de Jesucristo, porque cada vez es más incrédulo, egoista, materialista, y se ahoga en sus miedos.

Cada Domingo iré a la Iglesia, porque allí obtengo fuerzas para parecerme cada vez más a lo que quiere Jesús, es la manera de conocer su palabra, y de reflexionar en que estamos fallando.

Tengo que sentirme bien conmigo mismo, querido, valorado, saber que el camino que sigo es el adecuado.

Domingo de Resurrección 2008.

No hay comentarios: