Cobarde

 Romperemos los muros y cadenas que nos atan,
correremos adelante sin mirar atrás.

Las canciones vencerán a diez mil dragones,
jugaremos todos juntos hasta llegar el final.

Disfrázame de cualquier cosa, que solo quiero sonreír, sonreír, sonreír y escondernos detrás de aquellos árboles, esperando justo el momento en que salir. Una historia más, una historia menos que contar.

Vamos a bailar, vamos a saltar, vamos a correr hacia delante, esto es una fiesta y solo quiero cantar "vamos adelante, adelante, todos adelante"

Quiero verte sonreír, conmigo o sin mí. Sabremos comprender cualquier camino y al fin entender cuál es nuestro sino.  Te volveré a ver aunque no haya destino, siempre feliz, ese es el objetivo.

Vamos a bailar, vamos a saltar, vamos a correr hacia delante, y sonreír, sonreír, y sonreír "vamos adelante, adelante, todos adelante"

Indomable

Cuando uno se siente seguro en su día a día, teniendo en frente a uno mismo, ganando cada batalla, escuchando elogios en cada momento, prefiere no arriesgar, porque el miedo a lo que no controlamos es el mayor enemigo que te puedes encontrar.

Una vez viví una experiencia, que ahora recuerdo. Me encontraba en un barco, más bien una patera, estaba bien construida, tenía 3 tablones. En uno de ellos yo estaba sentado, junto a los remos, pero el agua salpicaba dentro, y no encontraba cubos con los que aliviarla, no podía sacar ni una gota, hasta que se hundió en lo más hondo.

Desde entonces me cuesta aguantar firme ante las olas, las veo venir y salto, antes de buscar alguna forma en la que vencerlas. Hay días que logro ver mucho más allá, sueño con tierra firme, pero siempre acaba apareciendo el agua.

Mi inconsciencia de dónde estoy es lo que me ata a estar en un ciclo sin retorno. Y es que no necesito cubos, sino mis manos para seguir luchando, y volver a creer en aquello que se encuentra frente a mí.

Cada día que pasa estoy más cerca, ya queda poco, lo sé, pero aún no confío en estas cuatro tablas que se tambalean, prefiero seguir saltando.

Olvidé comentar que en una de las otras tablas había alguien más, a veces cogiendo cubos de agua para echarlos dentro, otras echando agua fuera chapoteando con sus brazos. Pero siempre que me ofrecía el cubo, se desvanecía y desaparecía. No aceptaba su ayuda, no confiaba en que ese cubo que me ofrecía fuese tan real como que no existía ninguna barca, ni ninguna tierra firme a la que llegar.

En honor a la película "El indomable Will hunting"

Imagenes:  

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