El camino ya ha comenzado... se mueve como aquellos suelos de feria, como casas embrujadas, en los que nos veíamos atrapados de pequeños y nos costaba la vida avanzar.
Conforme avanzo en el sendero de la izquierda, veo como se aleja mi verdad. Ahora queda solo una visión y no la bifurcación que recuerdan mis palabras, pero realmente no ocurre así como lo expongo.
Aún a sabiendas de que se me hará difícil y pasaré malos ratos, no quiebro mi esperanza. La decisión afincada en mi confianza hace que algo pueda crecer, y mientras tanto subidas y bajadas acompañadas de paciencia, la que normalmente escasea en mi cocina.
En otra vida, en otro momento, o en otro lugar paralelo, mi impaciencia se apodera de mi mente. Es entonces cuando emprendo el camino de mi mano izquierda.
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