domingo, 1 de marzo de 2020

Hola, hay alguien ahí?


En esta era tecnológica, donde no nos paramos durante la ola que nos azota a todas horas, a veces pienso: "Hay alguien ahí realmente?" Alguien que te escuche o que te esté leyendo de verdad. En Facebook, Instagram, YouTube, un blog o cualquier otro sitio donde dejamos nuestro rastro, desde el ciberespacio hasta el mundo real.


Muchas veces, nos dejamos arrastrar tanto, en el ritmo acelerado de todo lo que nos rodea, que no somos capaces ni de hacer una reflexión, dejar un comentario sobre lo que te ha gustado o disgustado, o de escribir sobre aquello que viste o leíste, porque ya bastante nos molestamos dándole a un "me gusta".... y a veces ni en eso nos tomamos un poco de tiempo, e incluso habiéndote encantado. Se pierde el verdadero feedback con valor, el de la comunicación que puede llevar a algo más enriquecedor como una conversación.
Me ha llegado a pasar, más de una vez, tras encontrarme por la calle con un conocido o "amigo" de Facebook, del que no sabía nada desde hace años, que al saludarlo me habla como si le hubiera contado todas mis hazañas cada semana, me pregunta que tal aquel viaje, si estaba mejor de aquel altibajo, blablabla..... Mientras yo había estado ignorando tan siquiera que me leía, o sabía de mi. Nunca hubo un me gusta, ni un comentario a mis publicaciones, pero sin embargo mucha gente observa, te conoce y sabe más de ti de lo que pudieras imaginar. Eso sin contar con los que por las redes sociales tienes una comunicación continuada y luego por la calle ni te saludan o ni te conocen. Porque no nos paramos un segundo en comunicarnos? Es verdad que el tiempo cambia la forma de establecer una conversación y en como funcionan las relaciones interpersonales, pero de verdad somos felices pasando horas delante de una pantalla y pasando el dedo de abajo a arriba engullendo información de los demás sin más?.  Eso parece.
Debería gastar un poco más de mí tiempo en comunicarme y hacerle llegar a las demás personas mi opinión, mi punto de vista o si me he alegrado o apenado por algo de lo que me alimento. Pero esto pasa tanto dentro como fuera de las pantallas, cada vez emmudecemos más.......con lo enriquecedor que es el diálogo. Aprovechemos y comencemos desde este mismo instante, que para algo el lenguaje y la comunicación nos hizo evolucionar y llegar dónde estamos ahora. Un poco irónica la historia, no?